Me encantaba ir con mis primos a jugar, y a pesar de que eran mayores nos la pasábamos muy bien jugando con sus consolas, en especial su PSOne. Pero había días en los que ellos se ponían a jugar y yo me quedaba a mirarlos.
Y de esas veces en las que lo hacía, hay una de la que me arrepiento. Lo triste es que no me arrepiento en si de haberme quedado a verlos, si no más bien de que no me iba del cuarto cuando bien podía hacerlo mientras se ponían a jugar Resident Evil 3: Nemesis .
La verdad siempre he sido una persona que suele asustarse con facilidad, y pues aquellos días eran brutales, recuerdo si llegué a ver como lo terminaban, incluso llegaba a jugar algunas veces, pero ahí me tenían espantándome por casi por cualquier cosa, incluso ya mis primos luego me hacían la finta y gritaban sin razón alguna nada más para verme dar un brinco del susto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario