Hay muchas cosas de las que no sé nada en absoluto, una de ellas es acerca de autos. Si me preguntan del tema no voy a tener absolutamente nada que decir. Pero pues eso no me ha impedido disfrutar de simuladores de manejo como la serie Gran Turismo por ejemplo. Aunque hay un juego, que por más que lo intento, simplemente digo “no” y ese juego es Project Gotham Racing 3.
Cuando me hice de mi Xbox 360 además de los juegos que venían acompañados venía uno extra, se trataba de este titulo. Al inicio uno dice “Yay, un juego más de regalo, nada mal” Pero en verdad, apenas jugué un par de carreras y sentí un no se qué que me hizo volver a la interfaz, guardar el disco en su caja y dar paso al siguiente juego que tenía disponible. Volví a jugar el juego un par de veces más porque conocidos lo tenían y querían echar el relajo en Xbox Live. Pero fuera de ello no lo he sacado más de su caja.
Es de esos momentos en los que no sé si venderlo en un retail por los seguros $30 que me darán por el o dejarlo en el rincón en donde está actualmente.
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